sábado, 3 de enero de 2015
En su lecho de muerte
Juan el marido de una mujer , en su lecho de muerte, llama a su mujer. Con voz ronca y ya débil, le dice:
- Muy bien, llegó mi hora, pero antes quiero hacerte una confesión.
- No, no, tranquilo, tú no debes hacer ningún esfuerzo.
- Pero, mujer, es preciso - insiste el marido - Es preciso morir en paz.
Te quiero confesar algo.
- Está bien, está bien. ¡Habla!
- He tenido relaciones con tu hermana, tu mamá y tu mejor amiga.
- Lo sé, lo sé ¡¡¡Por eso te envenené, hijo de p...ta!!!
Publicado por
jdvp
en
21:22
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Etiquetas:
chiste
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